PROCAL, primera etapa

Apostar por el cambio, comprometerse para crecer. Bajo esta premisa, entre 2001 y 2007 se llevó a cabo la primera etapa del Programa Calidad de los Alimentos Argentinos (Procal). La iniciativa reunió esfuerzos del Estado Nacional, los gobiernos provinciales, municipios y productores con el fin de implementar sistemas de calidad en diferentes explotaciones agropecuarias. Se basó en tres pilares: proyectos piloto, capacitación y difusión, y dejó una importante experiencia en numerosas producciones del país.

En los últimos años, el grado de exigencia de los clientes y consumidores externos se elevó y diversificó, aumentando su poder de negociación en las compras. Ahora desean conocer toda la información disponible sobre los alimentos que adquieren, como la naturaleza, origen, sistemas y procesos de producción.

Ante esta tendencia, en 2001 la SAGPyA impulsó el Procal, que contó con financiamiento del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP), bajo la coordinación de la Subsecretaría de Agroindustria y Mercados. El objetivo del proyecto fue difundir y promocionar intensamente el uso de los sistemas de gestión y aseguramiento de la calidad, una llave para ingresar a los mercados más exigentes, pero también para ordenar la producción y tener más rentabilidad.

Al principio, la tarea se vio alentada por la coyuntura económica, ya que el tipo de cambio favorecía las exportaciones. La apuesta por la calidad aparecía como una alternativa rentable para la agroindustria y fue así como a los requerimientos del mercado interno comenzaron a sumarse los parámetros imperantes en el exterior. Las empresas se acercaron al proyecto por medio de distintas vías, buscando el apoyo necesario para estar a la altura de las exigencias del comercio internacional. Como resultado, se encararon 49 proyectos piloto, con 986 beneficiarios directos entre empresarios y personal de campo. Desde los higos de Jujuy hasta las cerezas de Santa Cruz, y desde los lácteos bonaerenses hasta el vino cuyano, más de 1000 empresas productoras e industrializadoras fueron asistidas para alcanzar los más altos niveles de competitividad.

Pero el trabajo realizado a lo largo de 6 años demostró que el Procal fue algo más que un difusor de sistemas de calidad. El programa funcionó en realidad como un verdadero catalizador de cambios culturales en el seno de la producción nacional de alimentos.

Resultados alcanzados

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  • • Inserción laboral de más de 200 profesionales en todo el país.
  • • Conformación de 49 grupos asociados y organizados en la producción y comercialización.
  • • Generación de modelos exitosos de implementación conjunta.
  • • Réplica de conceptos y formatos de capacitación por parte de instituciones educativas privadas y públicas.
  • • Incremento de las ventas de los productores beneficiarios.
  • • Generación de nuevos negocios y apertura de mercados.
  • • Establecimiento de redes con entidades públicas y privadas.
  • • Desarrollo de nuevas inversiones.
  • • Mejoras en los rendimientos de las producciones.
  • • Incremento de las exportaciones.
  • • Desarrollo de las economías regionales.
  • • Más de 19.000 usuarios informados de manera permanente.

Proyectos Piloto

Fueron iniciativas llevadas adelante por grupos de empresas que aceptaron el desafío de implementar sistemas de gestión de la calidad. Para eso se consensuaba un plan de acciones entre el Procal y una contraparte provincial,el cual incluía diagnóstico, capacitación, implementación de sistemas de calidad y seguimiento de cada etapa. Este proceso era desarrollado por los “implementadotes”, es decir, profesionales convocados especialmente por su experiencia en el manejo de las producciones involucradas.

Impactos

  • • 1000 fueron las empresas productoras e industrializadoras asistidas para alcanzar los más altos estándares de calidad.
  • • 10.000 son los técnicos y empleados capacitados, con alto grado de motivación laboral.
  • • 70 fue el porcentaje de adopción promedio de los requerimientos incluidos en los estándares implementados (EUREP–GAP, BPM, HACCP).
  • • 20 son los mercados que se abrieron para los distintos productos (zapallo Anco, miel, mermeladas, espárrago, dulce de leche, quesos y otros derivados lácteos, palta, arándonos, higos, ciruelas deshidratadas, vinos, cítricos, cerezas, maní, entre otros).
  • • 20 es el porcentaje de los productos que solicitaron la cesión del Sello de Calidad “Alimentos Argentinos, una elección natural”.
  • • 21 fueron las jurisdicciones provinciales (sin incluir a la Ciudad de Buenos Aires) que participaron de los proyectos, logrando un estrecho contacto con los gobiernos provinciales, municipalidades, cámaras y organismos de control.
  • • 40 es el porcentaje de empresas certificadas en las normas que se implementaron.
Mapa con la distribución por provincia de los proyectos piloto aquí

Capacitación

Fue uno de los componentes principales del Procal y comenzó a realizarse desde los inicios del proyecto. En total se llevaron adelante 300 eventos, en los cuales se capacitó a más de 10.700 personas entre profesionales, técnicos, manipuladores, productores, empresarios, representantes académicos y de gobierno, y público en general.

Los contenidos fueron evolucionando, desde las primeras aproximaciones al concepto de calidad hasta los actuales cursos de formación de profesionales, que apuntan a generar recursos humanos reconocidos y capaces de atender la creciente demanda de asesoramiento técnico en el tema.

Este último tipo de capacitación surgió en 2002 y alcanzó su edición número 25, con cursos dictados en todo el país en los que participaron más de 700 asistentes y un completo staff de docentes especialistas.

También se promovió la creación de la figura del implementador de sistemas de gestión de calidad agroalimentaria, a través de la Resolución SAGPyA Nº 61/2005, que establece las condiciones para formar parte del Registro Nacional de Implementadores de Sistemas de Gestión de la Calidad Alimentaria. Para ser implementador es necesario aprobar el curso de formación dictado por la SAGPyA; cumplir las pautas asignadas relacionadas con su compromiso y participar en actividades de actualización.

Un total de 120 profesionales asistentes a las capacitaciones del Procal cumplieron estos requisitos y se especializaron en distintos sistemas de calidad y cadenas agroindustriales, entre las que se encuentran:

El Procal acompañó el desarrollo de las producciones regionales en su proceso de adaptación a los requerimientos de sanidad e inocuidad de los mercados externos. Pero como la calidad es un concepto dinámico, que evoluciona en función de las necesidades de los consumidores, el programa debió encarar la temática de la diferenciación de productos a través de normas específicas. El desafío implicó la generación de distintas alternativas para agregar valor a los productos en función de las nuevas tendencias de consumo.

La realización de seminarios internacionales merece una consideración especial. Se realizaron 11 en todo el país, convocando a más de 5000 personas entre productores, industriales, exportadores, funcionarios, académicos y estudiantes. De esta manera, especialistas nacionales e internacionales de primer nivel confluyeron en un mismo ámbito, en donde se trataron los últimos avances en temas relacionados con los sistemas de calidad exigidos por los mercados del mundo.

Difusión

La sensibilización y formación a través de las actividades de capacitación se complementó con un amplio abanico de herramientas de difusión, que constituyen hoy un material informativo de gran utilidad para la implementación de sistemas de gestión de la calidad.

Diseñado y editado por el Procal, este material estuvo compuesto por folletos explicativos; guías de aplicación de BPM y BPA en distintas producciones; boletines de difusión de otros sistemas (HACCP, POES, Manejo Integrado de Plagas) ; p articipación en el armado y edición de la revista Alimentos Argentinos ; difusión digital (página web, boletín electrónico). Se distribuyeron un total de 243.540 ejemplares entre todas las piezas mencionadas.

Además, se contactó de forma efectiva, regular y periódica a cerca de 25.000 interesados a través del newsletter institucional de la Dirección Nacional de Alimentos.

El creciente interés en los debates sobre sistemas de calidad que se detectaron en los foros profesionales, universidades, asociaciones de consumidores y entidades estatales, constituye un indicador del alcance que tuvieron las actividades de difusión del programa. El impacto también se evidenció en el desarrollo de carreras de grado y postgrado relacionadas con la temática de la calidad alimentaria, que mantienen comunicación institucional con el Procal.

La Revista Alimentos Argentinos , editada por la Dirección Nacional de Alimentos, es un medio de gran importancia para la difusión y actualización del sector alimentario, al ser el único dedicado al análisis de la cadena agroalimentaria. Se publicaron un total de 43 ediciones desde sus inicios en 1996, y en los últimos 4 años, el Procal jugó un papel fundamental, ya que permitió dar continuidad a las ediciones; mejorar la calidad y el diseño y aumentar significativamente la cantidad de ejemplares distribuidos.

La actividad del Procal también tuvo su mención en los medios masivos, a través de notas en diarios, radios y TV. Se realizaron un promedio de 20 notas anuales en periódicos provinciales y nacionales, en donde se difundieron actividades de capacitación y proyectos piloto. Los técnicos e implementadores fueron entrevistados por canales de televisión y emisoras radiales en el 80% de los eventos realizados en el interior del país. Las notas dedicadas por la prensa escrita nacional a los impactos de los proyectos piloto suman una decena en los últimos tres años.

Cabe destacar también la participación activa de la Dirección Nacional de Agroindustria en ferias y exposiciones, en donde se difundió la temática de la calidad. La DNA estuvo presente en 105 ferias, presentando material de difusión y charlas informativas.