Una de las tendencias más sobresalientes del actual consumo de productos a nivel mundial es la creciente exigencia de calidad. Esto resulta de un proceso impulsado, en gran parte, desde la demanda, cuyo propósito es la satisfacción cada vez más acabada de las necesidades de los consumidores. En consecuencia, los mercados agroalimentarios se han vuelto más dinámicos y han incrementado su potencialidad como ámbito de oportunidades para el agregado de valor. Pese a esto, en la mayoría de los casos esas posibilidades no pueden ser aprovechadas por los productores de menor escala.

En este contexto, los productos de la Agricultura Familiar exhiben ventajas competitivas basadas en atributos intrínsecos, como su producción artesanal, socialmente justa, ambientalmente sustentable y natural, por mencionar algunas de sus propiedades diferenciales.

Se plantea así un desafío más para alcanzar un Desarrollo Rural con igualdad de oportunidades: la formulación de políticas activas y diferenciadas que promuevan la vinculación de los productos de la Agricultura Familiar con los mercados, ampliando así el horizonte de oportunidades y extendiendo las posibilidades de acceso. Para ello, es necesario hacer foco tanto en las oportunidades que brindan dichos mercados, como en las particulares condiciones de la producción agrícola familiar, sin perder de vista los objetivos de inclusión económica y social en las áreas rurales.

Las políticas destinadas a facilitar el acceso a mercados, y las medidas de intervención estatal que promuevan la adopción de estándares de calidad para los productos de la Agricultura Familiar tienen que girar sobre tres ejes fundamentales: la participación efectiva de la Agricultura Familiar en el proceso de diseño; la sostenibilidad en el tiempo de las medidas adoptadas, incluyendo particularmente la dimensión ambiental; la eficacia en el logro de los objetivos, y la eficiencia derivada de lograr los menores costos económicos y sociales posibles.

Asimismo, existen líneas de acción básicas que obran de soporte a la cuestión específica de la calidad. Las mismas, como parte de una política destinada a la facilitación del acceso a mercados dinámicos, se traducen en actividades de apoyo específico a la Agricultura Familiar y se convierten en funciones indelegables para el Estado. Algunas de esas líneas de acción abordan cuestiones tales como la capacitación, el desarrollo del capital humano y social, la articulación e integración de las cadenas, la innovación y la inversión en capital físico.

Estimular el desarrollo de capacidades empresariales en el ámbito rural, fomentando la visión estratégica y la organización, es una vía de acceso a la calidad entendida también desde la gestión y la participación. El fortalecimiento de las organizaciones de pobladores rurales, en un ámbito de diálogo sobre políticas, no sólo aporta al desarrollo territorial sino que además estimula el diseño de estrategias de implementación de medidas de buenas prácticas y sistemas de calidad de aplicación factible.

La consolidación y continuidad de las políticas trazadas es posible a partir de la instalación de capacidades en la sociedad. Por ello, es preciso fomentar desde el Estado la transferencia de conocimientos y la capacitación en cuestiones de inocuidad y calidad, como así también brindar la asistencia técnica necesaria para que los productos de la Agricultura Familiar alcancen estándares de calidad adecuados. En este sentido, una labor complementaria es apoyar la promoción de estos productos a través de estrategias de diferenciación, como el reconocimiento del origen de los mismos o bien la certificación de sus atributos específicos.

El sentido amplio de la ruralidad debe formar parte de las estrategias de intervención destinadas al eficaz cumplimiento de los objetivos. Es difícil pensar en el concepto de calidad sin considerar todos los eslabones en la cadena de abastecimiento. Para ello, asistir y apoyar a los pobladores rurales a fin de mejorar su integración a las cadenas agroalimentarias y, en su caso, reconvertir su producción, no sólo fortalecerá la calidad del producto y los procesos, sino que permitirá retener una mayor cantidad de valor agregado en las áreas rurales.

Apoyar la formación de sistemas de innovación participativa en productos y procesos, es otro eje primordial en la búsqueda de una mejor calidad en la producción de la Agricultura Familiar. Las instituciones vinculadas a la investigación y al desarrollo tecnológico tienen en este sentido un rol clave y su participación aporta eficiencia, unificando esfuerzos y recursos.

Asimismo, el acceso de las áreas rurales a las tecnologías de la información y la comunicación debe ser considerado una condición básica en procura de la inserción de los productos de la Agricultura Familiar en los mercados. La inversión pública en infraestructura, la mejora en la accesibilidad de las telecomunicaciones a nivel regional y la capacitación en uso de nuevas tecnologías, son cuestiones complementarias de fundamental importancia para alcanzar eficazmente las metas de una política diferenciada que atienda de manera eficaz las necesidades de comercialización de los productos.

Otra cuestión estratégica es el financiamiento de la inversión en los activos físicos necesarios para llevar adelante la adaptación de la producción a los estándares establecidos. El apoyo en este sentido debe ser integral, abarcando desde la formulación participativa y ejecución de proyectos destinados a la mejora continua de la calidad de productos, hasta la atención mediante recursos reembolsables y no reembolsables de las necesidades de inversión y capitalización de los sistemas de producción de la Agricultura Familiar.

Se aprecia que el acceso de los productos de la Agricultura Familiar a mercados cada vez más exigentes en calidad no es una utopía sino un proceso complejo que requiere del compromiso de todos los actores involucrados. En este marco de situación, la SAGPyA enfrenta el interesante desafío de liderar el proceso de formulación de políticas públicas que permitan al agricultor familiar producir con la calidad que el consumidor valora.

 

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...Subsecretaría de Política Agropecuaria y Alimentos
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