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SELLOS REALES Numerosos estudios han demostrado que las necesidades, y por lo tanto las elecciones de los individuos, están enraizadas profundamente en la cultura que se desarrolla en su ámbito social. De esta manera, y teniendo en cuenta que “la calidad es la capacidad de un producto o servicio de satisfacer las necesidades de los clientes y/o consumidores”, se aprecia que al modificarse esas necesidades a lo largo del tiempo, en distintas épocas han aparecido símbolos de calidad específicos. Hasta principios del s. XX, la nobleza conformó una clase social referencial en buena parte del mundo. Costumbres, modas e incluso la alimentación se modificaban para amoldarse a los gustos impuestos y/o promovidos por la aristocracia. En la cúspide de todas las jerarquías nobiliarias se hallaban (y aún se hallan en 46 países del mundo) el monarca y sus familiares directos, es decir, la Familia Real. De este modo, los proveedores que lograban posicionarse en el seno de la Casa reinante lograban el reconocimiento de los nobles y del resto de la población, y sus productos pasaban a figurar entre los de más alta calidad reconocida, alcanzando así una muy fuerte ventaja competitiva por sobre sus competidores. En la actualidad elaboradores de alimentos, cosméticos, muebles, joyas, automóviles y otros productos, así como proveedores de servicios, ostentan con orgullo los signos de reconocimiento de Casas Reales reinantes y desaparecidas, lo que les otorga una ventaja considerable en la elección de compra de un sin número de consumidores. LOS ALIMENTOS Y LAS MONARQUIAS En el rubro de los productos alimenticios, existen numerosas empresas que cuentan con el reconocimiento de diversas Casas Reales. El listado de alimentos oficialmente reconocidos por las monarquías es muy amplio, pero corresponde destacar a los proveedores de las casas reales de Gran Bretaña y Suecia, por lo extendido de sus listados, y los de la destronada Casa de Habsburg-Lothringen (Austria – Hungría). En este último caso se trata de antiguas compañías que aún ostentan el Sello de la Monarquía Danubiana (KuK), que todavía representa una distinción internacional. El sistema Inglés En el Reino Unido, el sistema (Garantía Real) emana básicamente de una concesión hecha por uno o varios de los miembros más importantes de la familia real británica (la Reina, el Príncipe de Gales, el Príncipe Consorte y la Reina Madre) a compañías o comerciantes que les proveen bienes y/o servicios.
La Garantía permite al fabricante incluir en sus campañas de marketing acciones publicitarias que resalten su categoría de proveedor de la familia real. Tales proveedores adquieren un prestigio considerable, tanto en el ámbito local como en los mercados internacionales. Alrededor de unas 800 empresas, incluyendo unas pocas extranjeras, ostentan más de 1100 garantías de la Familia Real Británica. Desempeñarse como proveedor y ostentar la Garantía, requiere haber mantenido como mínimo una relación comercial de cinco años con una o más personas de la Familia Real. Las Garantías son concedidas por el Chambelán de la Corte, que actúa como presidente del Comité de Garantías Reales para Comerciantes. Se otorgan por cinco años y son renovables, aunque pueden ser revocadas por la Familia Real en cualquier momento. Algunas garantías han mantenido vigencia ininterrumpida por más de 100 años. Según la modalidad escogida, la garantía se publicita usualmente en barcos de grandes compañías, membretes de cartas y productos, exhibiendo el escudo personal del miembro de la Familia en nombre de quien se ha dado la garantía. Las Garantías Reales en Suecia En Suecia, la distinción de Proveedor Real es otorgada por un miembro de la Familia Real a la persona que encabeza la compañía que lo solicite y cumpla con los requerimientos establecidos a tal fin por el Rey. De esta manera, la categoría de Proveedor Real debe renovarse ante la muerte del monarca o ante cambios en la dirección de la empresa. Cuando un nuevo monarca ocupa el trono sueco, los Proveedores reales que desean mantener su estatus deben adaptarse a las nuevas disposiciones que emanen de la Corona. Cuando Carlos XVI Gustavo accedió al trono en 1973, el concepto de Proveedor Real llegó a considerarse arcaico, por lo que el Rey analizó la posibilidad de no conceder la distinción a nadie en absoluto. Sin embargo, en lugar de eliminar el sistema, Su Majestad endureció las normas para el reconocimiento de Proveedores Reales, adecuándolas a las exigencias contemporáneas. Acceder a la categoría de Proveedor Real no tiene costo, pero dicho honor sólo es concedido a muy pocas empresas. En total, 130 ostentan el título de Proveedor para SM el Rey Carlos XVI Gustavo. Abarcan una amplia gama de actividades y se trata siempre de compañías de origen sueco.
El Sello KuK Lo otorgaba el Emperador de Austria y Rey Apostólico de Hungría, en tiempos del Imperio Austro – Húngaro, a las empresas que con trayectoria intachable proveyeran con calidad constante a la Corte. Si bien el Imperio dejó de existir en 1918, en los países que lo integraron está permitido utilizar la distinción KuK hasta el presente. KuK, o en su defecto K&K, significa Imperial y Real (del alemán “kaiserlicher und königlicher”), lo que hacía alusión al sistema dual de Austria – Hungría, compuesta por el Imperio Austríaco y el Reino de Hungría. El sistema llegó a incluir a 241 proveedores dentro y fuera del imperio. Aún hoy, empresas de Austria, Alemania, Francia, Italia, Holanda, Polonia, Eslovaquia, la República Checa y Hungría exhiben con orgullo el diploma de reconocimiento firmado por el Emperador.
Para acceder al mismo, los aspirantes al reconocimiento imperial debían demostrar ante los funcionarios del Palacio que mantenían una calidad alta y constante en el tiempo, superando incluso al exigente Código Alimentario Imperial, y mostrarse capaces de llegar a la Corte en tiempo y forma con sus productos. De acuerdo al artículo 68 del código industrial austríaco (Gewerbeordnung) el Ministro de Asuntos Económicos otorga un sello similar al KuK., la distinción “Staatliche Auszeichnung”, a las empresas que se destaquen en un determinado rubro. Las mismas pueden utilizar el escudo austríaco en su papelería comercial u otras vías de comunicación. De los más de 200 proveedores de la antigua corte Imperial y Real de Austria – Hungría, subsisten actualmente más de la mitad. Entre los más representativos del sector de alimentos se hallan los que figuran en el siguiente cuadro ATRIBUTOS DE CALIDAD Los sistemas de diferenciación (sobre todo en el rubro alimentario) son varios y variados, focalizados en uno o más atributos, sin
embargo, en el mundo de los Sellos Reales las características básicas son:
Y además, en la actualidad, es relevante el origen de las materias primas utilizadas. Las mismas deben ser trazables, producidas en un ambiente ecológicamente amigable y respetando estándares de bienestar animal. A esto pueden sumarse otras particularidades, tales como la estandarización de los tamaños, las formas y el packaging, de forma tal que el mismo se mantenga en buenas condiciones. La sencillez del sistema no va en detrimento del reconocimiento que el público les otorga a los proveedores de los reyes, sino que por el contrario, constituyen una de las distinciones más apreciadas en los respectivos países.
Como todos los
sistemas de certificación, los Sellos Reales se muestran capaces
de incrementar la confianza y credibilidad del cliente hacia los proveedores,
mejorando la performance de los intercambios comerciales. Queda claro que las empresas proveedoras de la realeza generan valor desde una arista emocional, que constituye la principal fortaleza del sistema. FUENTES CONSULTADAS Dirección de Promoción de la Calidad Alimentaria - Bild & Kultur AB - Embajada de la República de Austria - Extractos del libro “By Appointment to His Majesty The King of Sweden” - The Royal Warrant Holders Association, Reino Unido - http://www.theroyalist.net/ - http://www.kukhoflieferanten.at/
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